Creo que para este momento, la mayoría estamos de acuerdo en que las imágenes que vemos en portadas de revistas son falsas. Sabemos que para que un cutis luzca así de lisito y una cintura así de delgada se requieren no una sino varias pasadas de retoques. Hemos escuchado a las propias celebridades hablando de cómo en realidad “nadie se ve así”. Creeríamos entonces que ya no nos pueden engañar porque ya nos sabemos sus trucos. El problema es que seguimos cayendo en estos trucos y, peor aún, ahora participamos activamente de ellos.
Hay una infinidad de problemas con el estereotipo de belleza que se reproduce en las revistas pero para este artículo usaré el ejemplo del blanqueamiento*. En México, más del 60% de la población se identifica como morena pero en las revistas sólo 2 de cada 10 personas son morenas. Además, les morenes no aparecen en portadas o, si aparecen, les blanquean la piel (Carlos Vela) como parte de los retoques para «perfeccionar».
Esto es algo que siempre me había molestado pero ¿yo qué podía hacer? si yo ni compro revistas. Hasta que me di cuenta que mi feed de Instagram se veía demasiado similar a esas publicaciones que yo tanto criticaba. Inicialmente lo noté porque ninguna de las personas que seguía**, mexicanas o extranjeras, tenía la piel morena como yo. Cuando me puse a pensarlo un poco más, no era sólo que no se vieran como yo sino que todas las cuentas mostraban lo mismo: personas blancas, delgadas, cis-hetero, able-bodied***. La diferencia es que yo no decido las fotografías que publica “Quien” pero sí decido a quien seguir en mis redes sociales.
Al inicio me sentí culpable y luego me di cuenta que no era sólo yo. No encontré ningún estudio que lo pruebe pero creo que no sorprenderá a nadie que las cuentas de personas blancas tienen muches más followers y, en general, les influencers mexicanes tienen la piel de tonos claros. Como experimento, chequen a quién siguen y pregúntense por qué. Si la respuesta es “porque quiero verme como ella” o “porque es guapo”, pregúntense por qué de nuevo.
La verdad es que sabernos los trucos de manipulación de las revistas no significa que no tengamos profundamente internalizada la idea de que sólo un tipo de cuerpo es hermoso y válido. Sólo ese tipo de cuerpo es digno de ocupar un espacio virtual (Instagram) que asociamos con lo “bello”, lo “perfecto”, lo “ideal”. Si seguimos exclusivamente este tipo de contenido reproducimos los mismos tipos de discriminación que han reproducido por décadas otros medios masivos como la televisión.
Lo bueno es que en las redes sociales tenemos un poco más de control. Si comenzamos a seguir a gente más diversa cada vez habrá más personas creando contenido distinto. Yo decidí hacer una limpia de mi Instagram: dejé de seguir a muches influencers y me dediqué activamente a buscar cuentas que se alejaran del estereotipo de lo ideal. Quizá no me crean pero de verdad cambió mi experiencia en redes sociales. Mis espacios virtuales se han vuelto espacios más seguros. Ahora constantemente veo fotos que me recuerdan que el mundo está lleno de personas muy distintas y que todas son hermosas. Al darme cuenta de eso es más fácil quererme a mí también.
La perfección no existe, y daña pero vende. Ya no hay que seguir comprándola. Ni siquiera en Instagram.
Les dejo algunas personas muy chidas y diversas agrupadas en categorías generales para que se inspiren a renovar su feed. Cuéntenme cómo les va y recomiéndenme más cuentas 🙂
Lifestyle
BodyPositive
Artistas
*En inglés se le conoce como “whitewashing”, si se les ocurre una mejor traducción, háganme saber.
**Excluyendo a amigues.
***Personas sin discapacidades.
Foto de @marmarmaremoto