Me lo pregunto todo el tiempo. Al pensarlo, siento frustración porque la pregunta no tiene sentido. No hay manera de sentir nada así como no hay manera de pensar en nada. Intento soltar mi cuerpo de la tensión y abrir mi mente a buscar la nada, pero nada funciona. Es difícil encontrarla, pues no existe, pero siempre la estoy buscando. Como quisiera que mi corazón descansara de tanto pesar todo el día, como quisiera no tener que hacer nada, no querer a nadie, no tener a mi cerebro dando vueltas con cada paso que doy. Pero hasta cuando siento un vacío rascar las paredes de mi corazón y tomarlo como trapo, entiendo que mi sensibilidad no es intercambiable.
Si de algo estoy consciente, es de mis emociones. Constantemente hay un peso en mi pecho, pidiendo que lo desprenda, y muchas veces no logro entender lo que me trata de comunicar, pero sé, con nervio de mi cuerpo, que sigue ahí. Y al involuntariamente absorber las emociones de los de mi alrededor, creo que es imposible que en algún momento pueda llegar a sentir nada.
Es agotador, no solo el sentir todo a la vez, si no el tratar de encontrar métodos para lidiar con ello. Muchas veces termino acostade boca arriba y con los brazos expandidos, tratando de darle espacio a mi corazón y tiempo a mis pulmones para respirar, pero no siempre hay tiempo para ese proceso. Intento compartirle a alguien mi sentir pero es una carga emocional que nadie merece, y es inevitablemente abrumador. Puedo escribir, horas y horas intentando expresar con palabras lo que cargo todos los días, pero nunca es suficiente. Mi única y última opción siempre es llorar, pues es la manera en la que mi cuerpo reacciona y exprime la emoción que escondo.
Sin embargo, estoy bien, es solo la forma en que me tocó vivir. Todes tenemos cosas con las cuales lidiar y las mías siempre van de la mano con mis sentimientos. Y si ya no me quedan lagrimas para derramar, me queda la aceptación. Cuando mi alrededor continuamente trata de invalidar mis sentimientos o usarlos en mi contra, yo tengo que recordar que hay fortaleza en ser sensible también. Que seguiré llorando de felicidad, de enojo, de tristeza, de frustración, de temor y de amor. Amaré eternamente todo lo que me gusta y escribiré una y otra vez sobre como me siento.
Estoy exhauste de sentir todo al extremo pero estoy más exhauste de no poder expresarlo, de sentir mi pecho apretado, de tener miedo a que se aprovechen de mi vulnerabilidad y de esconder mi amor por las cosas. Desde que recuerdo que tengo gustos por mi misme, siempre los he querido esconder, mantenerlos seguros en una cajita dentro de mi corazón. Me aterraba que alguien supiera que me gustaba One Direction porque mi amor por ellos era (y sigue siendo) gigantesco y no quería que les demás siquiera pensaran algo de esa emoción. Cuando algo o alguien me gusta, me gusta muchísimo, tanto que no puedo contenerlo, pero me forzaba a hacerlo, y solo resultaba en soledad. Me he dado cuenta que no hay daño en compartir lo que me apasiona, que amar mucho es válido y real y no un problema que solucionar.
Y me he dado cuenta que no tiene caso estar buscando sentir nada, pues solo encontraré a alguien que no soy yo.