Finales y nuevos comienzos

Gracias a la diosa ya estamos en el 2019, y ya han pasado varios días desde que somos libres del desastre que fue el 2018.

No sé si todes sentimos que ese fue uno de los peores años en la historia de nuestra existencia, pero quiero pensar que por lo menos estamos de acuerdo en que duró una eternidad y ya era necesario que se acabara. Uno de mis mayores placeres es tachar los días en mi calendario conforme van pasado (no me juzguen por este uso innecesario de papel, estoy tratando de cambiar) y ver el cambio de color en mi calendario digital cuando las actividades ya sucedieron. Nada se compara a esa falsa sensación de productividad que trae el final de las cosas.

Estoy segura que mis compañeras de trabajo me odiaron cada vez que les decía “ya se va a acabar el mes” cuando se acercaba cada una de las últimas semanas de los meses. Pero desde que terminé la universidad, me da tranquilidad saber que algún tipo de cambio oficial se acerca, aunque sea solo el nombre del mes.

Yo sé que el tiempo no existe y que todas esta medidas nos las hemos inventado como humanidad para dar sentido a lo que nos rodea. A mí particularmente me encanta saber que pase lo que pase, hay un fin, por más mínimo que sea, que llegará.  Y con ello lo realmente importante: un nuevo comienzo.

El fin chiquito más cercano fue el de diciembre y, por consiguiente, el del año. A M O el fin de año.

Aunque me encantan estas tradiciones y mitos que rodean el término y principio del año, no soy muy fan de hacer ninguna de estas cosas de ir a dar la vuelta a la manzana con tus maletas o ponerte lo calzones de un color específico para que te vaya bien en el amor, etc. Y la verdad es que en mi familia tampoco hacemos fiestas grandísimas o apantallantes para celebrar. Para mí el fin de año implica la posibilidad de volver a empezar y en eso es en lo que suelo enforcarme.

Y, como ya lo había mencionado, debido a que -el tiempo no existe-, yo sé que el fin y principio de año son intrascendentes en el gran esquema de las cosas. El 1 de enero del 2019 continuamos siendo las mismas personas que fuimos los 365 días del 2018 (si es que no tuvimos algún crecimiento espiritual o emocional en el camino). El cambio del reloj de 11:59 pm a 12:00 am no nos convierte en una persona diferente automáticamente. 

Pero no me importa.

La verdad es que desde pequeña me ha gustado la idea de cerrar ciclos. Culpo a la escuela por ello. Pero ya fuera medidos en años o en semestres, todos mis logros, durante más de la mitad de mi vida, se han condensado y evaluado en una cantidad específica de tiempo. Esta es la verdadera razón por la que me gustan los fines de año.

Ahora que soy adulta™, la única evaluación externa que se me hace es la laboral y es anual, sin embargo la más importante para mí, es la que me hago yo misma. Estas fechas nos permiten evaluar lo que logramos y lo que queremos conseguir dentro de los próximos meses o semanas. Muches de nosotres establecemos propósitos de Año Nuevo  y otres cuentes solo nos establecemos metas que consideremos alcanzables. Mar escribió sobre lo que le funciona a ella y a otras chicas del equipo en este tema específico. 

Probablemente hay alguna explicación de cómo la mercadotecnia nos ha condicionado para considerar el cambio de año como el inicio de una nueva vida. Es la época en la que todo el mundo decide que quiere cambiar hábitos, aprender cosas nuevas, adquirir nuevos hobbies, etc. Básicamente queremos «mejorar» nuestras vidas. Y lo logremos o no, me encanta el ímpetu y las ganas que nos llegan en esta época.

Este año he decidido que usaré este nuevo comienzo para tratar de poner mi vida en orden. Quiero recuperar muchas cosas que creo que fui dejando de lado ya hace tiempo y también quiero mantener algunas otras que fui adquiriendo durante los últimos meses. No sé si el 31 de diciembre del 2019 podré decir que soy una persona completamente distinta (o «mejor») a la que soy hoy, pero lo menos sé que tendré un nuevo comienzo cerca. 

Si el cambio de año no tiene un gran impacto en sus vidas y si están hartes de escuchar sobre la gente que está convencida en cambiar, por lo menos piensen en que en pocos días dejarán de escuchar sobre este tema y tendrá que pasar otro año para volver a hablar de él.

Si para ustedes el principio del año también implica muchas posibilidades, espero que logren lo que se proponga y que no se rindan si no lo logran en el primer intento.

Les dejo un meme para que reciban este año de la mejor manera:

nuevoañonuevoyo
Basado en el meme original de @photo.slut

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