A estas alturas, creo que todas las personas que menstruamos hemos escuchado sobre la copa menstrual. Es cómoda, no tiene químicos dañinos como los tampones, y no genera basura. Todas mis conocidas que la usan dicen que es lo mejor que les ha pasado en la vida. ¿Pero qué pasa si, por la razón que sea, la copa no es para ti?
Una alternativa menos conocida, pero igual de amigable con el ambiente y nuestros cuerpos, es usar toallas sanitarias de tela (también llamadas ecológicas). Están hechas de tela y fibras absorbentes, se lavan y reutilizan y pueden durar años.
Puede parecer algo inconveniente o incluso provocar asco estar juntando tu menstruación en tela que luego tienes que limpiar. Pero nuestra menstruación no es sucia ni anti higiénica, y el proceso de lavar las toallas es más sencillo de lo que parece.
No soy experta, llevo menos de 6 meses usándolas, pero si tienes curiosidad por cambiarte a las toallas de tela, esto es lo que te puedo decir.
¿Por qué?
Usar tampones y toallas sanitarias es sencillo. Lo pones, se llena, lo quitas y lo tiras a la basura. Un día me dio curiosidad saber por qué usar la copa puede ser mejor (no sabía de las toallas de tela en ese momento) y encontré muchos beneficios.
- Salud: ¿Te has preguntado de qué están hechos los desechables? Yo nunca lo había hecho, y cuando me puse a investigar encontré que las toallas y tampones están hechos de fibras blanqueadas derivadas de madera. También contienen químicos como polímeros acrílicos súper absorbentes y fragancias. En términos más simples, estos desechables están llenos de químicos con el potencial de irritar el tejido sensible de la vulva y la vagina.
- Ecología: Se estima que aproximadamente 20 mil millones de toallas, tampones y aplicadores terminan en vertederos norteamericanos cada año. Además, se requieren 3 litros de agua, aproximadamente, para fabricar una sola toalla desechable.
- Economía: Dependiendo de tus ciclos, flujo y la marca que prefieras, probablemente gastas entre $600 y $1,200 pesos al año en productos de higiene femenina. Aunque las toallas de tela son más caras en un inicio, piensa en que solo tienes que comprar las necesarias y te durarán entre 2 y 5 años.

¿Cómo son?
Hay muchísimos tamaños y diseños, pues son relativamente fáciles de hacer y las pueden fabricar pequeñas empresas—o hacerlas tú, aunque eso no lo he intentado. Es común que estén hechas de algodón, felpa o cáñamo, y también hay más especializadas como velur de bambú. Casi todas tiene alas y se abrochan con un botón, pero hay otras más sofisticadas que tienen una base y sólo cambias la toalla en sí.
Algo muy bueno de estos materiales es que son transpirables, así que retienen menos calor y humedad que las desechables. Muchas personas creen que su menstruación huele mal (por eso hay toallas que huelen a manzanilla y cosas así), pero lo que sucede es que el plástico y los químicos retienen calor y es más fácil que se creen malos olores. Con las toallas de tela se reducen los malos olores y también la sensación de que traes puesto un pañal.
Muchas proveedoras de toallas de tela también venden wet bags aislantes para guardar tus toallas usadas, entonces si estás en el trabajo, escuela o cualquier otro lado, simplemente la doblas y la pones en la bolsita en lo que llegas a tu casa. Otra opción es hacer tu propia bolsita aislante o usar una bolsa ziploc (funciona, aunque se vea feo).
¿Cómo se lavan?
Esta es la parte que suena más complicada, ¡pero no lo es! Hay gente que las lava a mano, otras en la lavadora, e igual las puedes secar al aire o en secadora. Las instrucciones varían dependiendo del material, así que pregúntale a la persona que te las venda. Lo que yo hago es esto:
- Quitar el exceso de sangre a las toallas usando agua fría. Puede ser en el lavabo o en la regadera, sólo asegúrate de que el área quede limpia cuando acabes.
- Poner agua oxigenada en las zonas manchadas y dejar que burbujeen para quitar cualquier residuo y manchas.
- Dejarlas remojando unas 8 horas o más, pero no más de 1 día. Hay gente que lo hace solo con agua fría, otras le ponen un poco de vinagre y bicarbonato. Si todavía las ves manchadas después de eso, tállalas con tantito detergente directamente en la mancha.
- Después del remoje, lávalas a mano o en lavadora. Muchas vendedoras de toallas tienen jabones especiales para eso, hechos a base de ingredientes naturales y biodegradables. Si no, puedes usar un detergente suave. No le pongas suavizantes porque a la larga harán que la tela sea menos absorbente.
- Déjalas secar totalmente (al aire o en secadora).

Lo malo:
- Aunque su cuidado no es complicado, sí pueden presentar una dificultad si estás de viaje.
- Representan una inversión inicial alta, por lo que sí hay que ahorrar para hacer esa compra.
- Secar al aire es tardado, precisamente por lo absorbente de la tela. Muchas toallas tardan 48 horas en secar.
Si te animas, revisa mercados independientes en tu ciudad, muchas vendedoras y proveedoras se ponen ahí. También hay marcas que hacen pedidos por internet o venden en Kichink.
Fuentes: Ecolunas, Environment – Lunapads, 26 FAQs on Reusable Pads
Excelente artículo. Me fue de mucha utilidad y eso que llevo 3 años usando toallas ecológicas.
Gracias Gracias Gracias.
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